jueves, 21 de junio de 2012

Solsticio de Invierno


Me corresponde esta noche, por mandato de mi segundo vigilante, referirme a los que en la orden entendemos como una auténtica fiesta, no en el sentido profano si no en el espiritual.
Desde el comienzo de la civilización, los pueblos más evolucionados estudiaban la bóveda celeste con el objeto de explicarse, de alguna manera los fenómenos que presentaba y la constante periodicidad que podían observarse en la variada gama de cuerpos luminosos; también muchos hermanos, con amplios conocimientos masónicos y astronómicos han profundizado estos temas. Yo solo pretendo trasmitir lo poco que estoy aprendiendo de tan hermosa alegoría
La Masonería celebra anualmente dos fiestas tradicionales y de alto valor simbólico que son el SOLSTICIO DE INVIERNO también llamado SAN JUAN DE INVIERNO o SAN JUAN BAUTISTA y el SOLSTICIO DE VERANO también llamado SAN JUAN EVANGELISTA.

Según el diccionario de la Real Academia Española Solsticio “es la época en que el sol se halla en uno de los dos trópicos, lo cual sucede del 21 al 22 de Junio para el trópico de Cáncer, y del 21 al 22 de Diciembre para el trópico de Capricornio.”
En el Solsticio de invierno, en el hemisferio Norte, el día es menor y la noche la mayor del año y en el hemisferio Sur todo lo contrario.
En el solsticio de verano, en el hemisferio Norte el día es mayor y la noche. la menor del año y en el hemisferio Sur todo lo contrario.

El Solsticio considerado como fenómeno astronómico es el aparente estacionamiento del sol durante tres días, al llegar a uno de los trópicos celestes y retornar al trópico opuesto.
El Solsticio de Invierno en el Periodo en que el sol se halla en uno de los trópicos, es decir cuando sus rayos caen perpendicularmente al paralelo más lejano de los viajes que la distancia de la línea ecuatorial. Desde ese momento regresan los rayos solares para ir al paralelo opuesto del otro hemisferio, este viaje demora alrededor de 180 días.
Para nosotros los masones estos acontecimientos Solsticiales, tienen importantes significados simbólicos:

Primero.‑ Los Solsticios nos enseñan a tener una mejor compresión de la naturaleza, sus misterios y los progresos del hombre.
En el Solsticio de Invierno, la naturaleza nos priva, del sol, del calor, debido al alejamiento del sol, de los rayos solares, esta época es fría, desolada y triste, los árboles están desprovistos de hojas y flores, todo se aprecia oscuro, parece inanimado, sin vida. Esta oscuridad es como los momentos de recogimiento y nerviosismo, que me hace recordar los momentos cuando me encontraba en el cuarto de reflexiones, como profano que para nosotros significa morir para el mundo profano y renacer para el mundo Masónico.

Si apreciamos con un espíritu literario filosófico podemos observar que la naturaleza con el alejamiento de los rayos solares PARECE muerta, árboles aparentemente secos, insectos aparentemente en exterminio. Aparentemente el invierno se torna en un paño negro de dolor y muerte. PERO NO ES ASÍ. En este período la naturaleza se cobija silenciosamente. La semilla puesta por la mano del hombre ante la llegada del invierno, se une en fraterno gestar con la madre tierra. El árbol desnudo levanta la savia que ha de reventar en brotes, frutos cuando llegue su hora. Las lluvias devuelven generosamente a la tierra sus tesoros que le había arrebatado, el hombre continua su progreso, madura sus planes, acumula energía y traza nobles proyectos.
La vida late culta en la entraña misma de la tierra.
El invierno no es muerte, ni descanso es el bullir sordo de expresivas actividades y de bella preparación.
La Masonería al celebrar el Solsticio de Invierno, abarca a la naturaleza positiva, enseñándonos, invitándonos a que veamos sus misterios que aun mantiene y que el ser humano lentamente va desentrañando y cada uno de nosotros vamos aprendiendo cada secreto que tiene nuestra orden.

Segundo.- Los Solsticios nos enseñan a comprender mejor y con tolerancia a nuestros hermanos que están en error.
Los Solsticios se encuentran representados en las dos columnas situadas en el Occidente del Templo, luego de las puertas del taller. Los Solsticios son los puntos más marcados de la diferencia que ofrece la tierra en dos épocas; en el lenguaje Masónico es la puerta de las estaciones inicio o comienzo, donde iniciamos la marcha.
Cuando nos encontramos entre columnas se nos formula un llamado a la conciencia, diciéndonos que debemos ser modestos, ser solidarios, se nos inculca que nuestro deber es ayudar al hermano que sufre y que debemos elevarlo de su posición de error a una posición positiva. Esto significa que de su posición de error que puede representarse como el punto de mayor oscuridad, de invierno, viene el de claridad, el de verano. Esta es la interpretación Masónica de los Solsticios.
Esto podríamos describirlo cuando un hermano nuestro incurre en un error, ¿Cómo debemos reaccionar? Pienso que debemos invitarlo a que se rectifique, debemos darle asistencia, apoyo, ayudarlo hasta sacarlo del error.

Tercero.‑ El ciclo Solsticial también nos enseña a proyectarnos en pensamiento, sentimiento y acción.
La Masonería al sustentar su existencia sobre la base de la fraternidad propicia el desarrollo integral del ser humano.
El hombre Masón debe darle a lo intelectual, sin descuidar lo afectivo y la práctica material, por eso en la docencia Masónica nos enseñan el desarrollo equilibrado de pensamiento, sentimiento y acción en forma armónica y por lo tanto ser buenos hijos, buenos padres, buenos ciudadanos, buenos hermanos para gloria del G. A. D. U.

Cuarto.‑ Los Solsticios nos enseñan a tener una mejor compresión del mundo que nos rodea.
La Masonería desde sus inicios a dado una gran importancia a nuestra ubicación en el universo y su relación con el progreso de la humanidad.
Es nuestro deber como Masones encontrar la vía que conduzca a asegurar la paz y la tranquilidad de todos los habitantes del planeta y resguardar la preservación de la naturaleza y de sus elementos. El invierno Solsticial que estamos viviendo en el mundo, donde parece que está contra la naturaleza, contaminando el aire que respirarnos, contaminando el agua del mar destruyéndolo, es por eso que a pesar de los avances de la ciencia, del progreso material del universo, la vida humana tiene un sentimiento de inseguridad.

Roguemos al G. A. D. U. que estos adormecimientos Solsticiales y los afanes destructores y devastadores del hombre de hoy, sean transitorios que sólo sea un recapacitar, meditar y corregir, y pronto veamos un despertar renovador de la vida.

Por el H:. "MARCOS ALAMO PAREDES"